sábado, 19 de noviembre de 2011

Dolor / La vida invisible / Juan Manuel de Prada

Pensamos ilusamente que el dolor cambia siempre de forma, evolucionando hasta manifestaciones más benignas, incluso consoladoras y quizá así ocurra cuando se trata de un dolor catártico, cuando nace del arrepentimiento o la constancia de una pérdida. Pero cuando viene a ocupar el hueco que ha dejado la imposibilidad de otros sentimientos, cuando desciende sobre una tierra yerma en la que no halla semillas que faciliten su transformación en abono, cuando las nubes no descargan su lluvia que lava los pecados y erosiona los recuerdos, el dolor se cristaliza y se enquista, es un azogue siempre insatisfecho que lanza mordiscos a ciegas, mordiscos que nunca obtienen recompensa de la saciedad. Convivir con este dolor es como padecer envidia: una impresión de incesante esterilidad, un martirio infecundo, una tristeza sin remisión. Nos acostamos con el anhelo de despertar en otro estadio de nuestra enfermedad en que ese dolor se haya volatizado o siquiera transformado en algo distinto, explicable mediante síntomas que admitan una terapéutica, como el lector que interrumpe la lectura de un libro a la conclusión de un capitulo espera que el natural desenvolvimiento de la trama le depare otro paisaje, otras pasiones, acaso no más amenos, pero por lo menos variados. Pero ese dolor estéril es como un libro de arena, monótono y siempre igual, no importa la página por la que lo abramos.

AOC.®.2011 Extracto pág.388 La vida invisible - Juan Manuel de Prada.
Gráfica: Arturo Elena.

4 comentarios:

Gilberto Geraldo dijo...

Olá! Tonta.Lesa,
Muito interessante seus Posts!

antonia obiol y corcoll dijo...

Gracia por tu visita Gilberto, he visitado tus blog y son muy interesantes, gracias por compartir tan hermosos trabajos.

Un saludo.
AOC.

soylauraO dijo...

Interesante lectura.
Haga ud un Inolvidable y Feliz 2012
http://enfugayremolino.blogspot.com/

antonia obiol y corcoll dijo...

Gracias Laura por su visita, su comentario y sus buenos deseos. Que el 2012 le depare igual suerte

Saludos
AOC